La villa de Gotor ha sido a lo largo de la historia un lugar de paso y encuentro de los distintos pueblos que han habitado la Península Ibérica.
La villa de Gotor ha sido a lo largo de la historia un lugar de paso y encuentro de los distintos pueblos que han habitado la Península Ibérica.
Tras la caída del Imperio Romano, una comunidad visigoda se asentó en lo que hoy es el pueblo de Gotor.
«El convento de Ntra. Sra. De la Consolación del pueblo de Gotor, que es de cristianos nuevos, lo fundó don Jaime Martínez de Luna y Lanuza, Barón de Illueca y Arándiga, Virrey de Cataluña...»
En las inmediaciones de Gotor se puede visitar el yacimiento de un poblado celtíbero que data, aproximadamente, de la segunda mitad del siglo V a.C.
La construcción más notable desde la Reconquista hasta nuestros días en Gotor es la del magnífico convento Nuestra Señora de la Consolación de la orden de los dominicos y que data del siglo XVI.